Divina Pastora
La imagen de la Divina Pastora de las Almas que preside el altar mayor de la parroquia de la Divina Pastora y Santa Teresa de Jesús de Málaga, y que es titular de la Congregación que le rinde culto desde que fuera fundada por el beato Fray Diego José de Cádiz en el año de 1771, es un icono mariano de singular y profunda devoción que, con una arraigada historia en el corazón de los malagueños, y en especial de los vecinos del barrio de Capuchinos del que es Patrona, constituye un foco de veneración popular que traspasa las fronteras, no solo de su feligresía y del arciprestazgo en la que se engloba, sino también las de la propia diócesis y provincia.
Tres siglos de veneración
Málaga tiene la suerte de contar con una de las representaciones de la Santísima Virgen María bajo la advocación de Divina Pastora de nuestras almas más antiguas de cuantas se conservan en el ámbito andaluz y nacional. Casi tres siglos de veneración prácticamente ininterrumpida a esta misma imagen en su barrio de Capuchinos son prueba manifiesta de una devoción que tenido el arraigo suficiente como para superar momentos de muy dura dificultad como fueron la Invasión Francesa y la Desamortización vividas en el siglo XIX, y la quema de conventos e iglesias y la Guerra Civil del siglo XX.
Pero su devoción no está solo cargada de historia. Ese dilatado pasado constituye la firme raíz sobre la que aún hoy florece de un modo especial el fervor a esta hermosa imagen del siglo XVIII, una veneración que se palpa durante todo el año en los numerosos actos de culto y celebración que se suceden en su parroquia y que atraen a fieles venidos no solo del ámbito de la feligresía y de la capital, sino también de otras localidades malagueñas, andaluzas y españolas.
Un regalo de Montes de Oca
La imagen de la Divina Pastora de las Almas es una escultura de madera tallada y policromada, concebida desde su origen para ser vestida, cuya ejecución ha sido datada por varios historiadores del Arte a mediados del siglo XVIII, por lo que se trata de una de las primeras representaciones que se veneraron en el orbe católico después de que el venerable Fray Isidoro de Sevilla la concibiera como icono mariano de la Orden Capuchina en Sevilla, en el año 1703. De todos los estudios realizados sobre su autoría, destacamos el que elaboró en el año 1996 el catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Málaga Juan Antonio Sánchez, quien confirmó con su trabajo las atribuciones de la Divina Pastora de Málaga a las gubias del escultor del barroco sevillano José Montes de Oca y León (1668?-1754).
Los primeros vestigios
Una investigación realizada por el historiador Juan Cristóbal Jurado Vela ha datado en 1741 la presencia de la imagen de la Virgen en el templo que labraron los frailes capuchinos en 1632. Ha sido gracias al hallazgo de un testamento otorgado por Bartolomé Hurtado de Mendoza y su mujer el 6 de abril de 1741, mediante el que instituyeron una misa rezada en honor de la Divina Pastora en la festividad de San Félix de Cantalicio.
La imagen de la Divina Pastora de las Almas es una de las de mayor antigüedad e historia que se veneran en Málaga, ya que ha llegado con muy pocas transformaciones y restauraciones hasta la actualidad, salvando trágicas épocas históricas como la Invasión Francesa, las quemas y saqueos de iglesias y conventos de 1931, y la Guerra Civil. Un estudio radiológico arrojó como resultado que son muy escasas las reparaciones de su policromía, que conserva su calidad y valores originales y confiere a la imagen una especial dulzura en su hermoso rostro. En el año 1942, la entonces camarera de la Virgen, Ana María Grund, sobrina de la conocida aristócrata de la sociedad malagueña del siglo XIX Trinidad Grund, se retiró de su labor al cumplir los 65 años de edad y encargó a los escultores Francisco Palma Burgos y Mario Palma Burgos que revistieran la imagen de la Divina Pastora con paños encolados. No obstante, estos le fueron retirados seis años después, en 1948, a raíz de la reorganización de la Congregación de la que es titular, devolviendo a la escultura su condición de talla de vestir, como hoy se representa.
El venerable Fray Isidoro de Sevilla concibió la representación de María como Madre del Buen Pastor sin la compañía de una imagen de Jesús infante. Sin embargo, no tardaron en aparecer ya en el siglo XVIII las primeras representaciones de la Divina Pastora junto con el Niño Dios, ya sea situado en su regazo o como una figura exenta. Este segundo es el caso de la imagen malagueña, que en el siglo XIX y hasta los años setenta del XX estuvo acompañada por una talla del Divino Pastora atribuida con fundamento a la obra del escultor sevillano Gabriel de Astorga y Miranda (1804-1895). En 1975, se bendice una nueva imagen de Dios Niño realizada por el imaginero hispalense Luis Álvarez Duarte, que es la que en la actualidad acompaña a la de la Divina Pastora. La de Gabriel de Astorga fue sustraída del templo al poco tiempo de estrenarse la actual.
Camino hacia la Coronación
Es deseo de la Congregación de la Divina Pastora de las Almas poder alcanzar algún día el anhelo de la coronación canónica para la imagen de nuestra sagrada titular, una aspiración alentada especialmente por sus devotos a raíz del regreso a la parroquia tras las obras de rehabilitación del templo. Tras las gestiones realizadas ante la delegación de Hermandades y Cofradías del Obispado, este sueño parece más cerca después de que el vicario general Rvdo. Padre D. Antonio Coronado haya autorizado el inicio del expediente en un escrito fechado el 30 de octubre de 2019.
Siguiendo las indicaciones del delegado diocesano de Hermandades y Cofradías, el Rvdo. Padre D. Manuel Ángel Santiago, se ha elaborado un programa de preparación a desarrollar durante los próximos años que abarca acciones de formación, culto y caridad basadas en las normas dictadas por el Obispado para conceder esta distinción para imágenes marianas con una especial veneración e historia en nuestra diócesis.
La visita pastoral de nuestro obispo, el Excmo. y Rvdmo. Mons. D. Jesús Catalá, el 7 de marzo de 2020 a nuestra parroquia supuso el inicio del camino de preparación hacia la posible coronación canónica de la Divina Pastora de las Almas. El prelado subió al camarín para contemplar su imagen de cerca y abrió con una hermosa dedicatoria el libro de adhesiones y testimonios que se recogerán durante este proceso.