TRESCIENTOS años junto a la Madre del Buen Pastor, llamados a PERSEVERAR, una obra del artista jerezano José Miguel González Morales (Moraglez)
La conmemoración de los TRESCIENTOS años de la llegada de la Divina Pastora a Málaga se proyecta como un camino de cinco años (2025–2030) en el que la ciudad, su pueblo y la Orden Capuchina caminarán juntos en torno a la Virgen. Propondremos una agenda para seguir renovando la unión entre Málaga y su Pastora.
La identidad creada para este Tricentenario se fundamenta en tres pilares:
— El amor mutuo entre Málaga y la Pastora, reflejo de una relación de ternura y fidelidad a lo largo de tres siglos.
— La perseverancia del pueblo, que permanece a su lado generación tras generación, sosteniendo su devoción como herencia común.
— La luz y la guía de la Pastora, que con su mano muestra el camino y mantiene viva la llama que orienta hacia la fe.
El signo gráfico se concibe como una meditación visual. En el centro, la mano sostiene la flor convertida en llama: símbolo de la perseverancia que se enciende en el corazón de los fieles. Este gesto enlaza la historia con el presente y expresa cómo el pueblo de Málaga “persevera” junto a su Pastora, alimentando una llama que no se extingue.
Aquí se integra también una meditación gráfica: el Ave María funciona como motor visual y espiritual. Cada fragmento de la oración acompaña los distintos desarrollos del logotipo, dotando de sentido progresivo a la celebración. Cada año del quinquenio se vinculará a un aspecto de esta oración mariana, tejiendo una narrativa de continuidad que une pasado, presente y futuro.
El Tricentenario se anuncia, por tanto, como un tiempo de encuentro, fidelidad y renovación espiritual, en el que la Pastora sigue siendo llama, guía y madre para Málaga y su pueblo.